Es una lesión o ruptura de uno de los 4 ligamentos que le da estabilidad a la articulación de la rodilla, denominado ligamento cruzado posterior. Este ligamento se extiende desde el hueso de la tibia hasta un lado del fémur y es útil para brindarle estabilidad a la rodilla en acciones como subir escaleras, agacharse o subir una rampa. La causa más frecuente de esta lesión son los traumas o golpes de alta energía directamente sobre la rodilla. Puede verse comúnmente en accidentes automovilísticos o en jugadores de deportes de impacto como el fútbol.