El término esclerodemia hace referencia a un grupo de condiciones que son causadas por fenomenos de autoinmunidad que afectan la piel, el tejido conectivo y otros órganos. La autoinmunidad provoca el crecimiento de forma anormal, engrosamiento y endurecimiento de la piel. También puede haber inflamación y cicatrices en órganos como los pulmones, corazón y obstrucción vascular cutánea y visceral que conlleva a múltiples complicaciones de salud. La esclerodermia no es una condición hereditaria pero la predisposición genética es la patogénesis de la enfermedad. La esclerodermia se clasifica en sistémica y limitada o localizada. La esclerodermia sistémica a su vez se divide en la esclerosis sistémica cutánea difusa, la esclerosis sistémica cutánea limitada y la esclerosis sistémica limitada, que corresponde a las presentaciones que además de la piel y tejido conectivo, afecta a otros órganos mientras que la esclerodermia limitada o localizada se clasifica como esclerodermia morfea o esclerodermia lineal y se caracterizan por una fibrosis de la piel. El tratamiento de la esclerodermia varia dependiendo de su presentación, gravedad y los síntomas asociados.